Según un estudio realizado por expertos de la Universidad de California, adelgazar unos kilos extra ayudaría a los niños asmáticos a prevenir las crisis de la enfermedad. Por primera vez se demuestra que los chicos obesos utilizan más fármacos que los demás para controlar el asma.
Mejorar el estado nutricional y prevenir la obesidad mejora, por tanto, el control del asma y contribuye a reducir su incidencia entre los adultos
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