La industria textil y de la confección es uno de los sectores más contaminantes, junto con la vivienda, el transporte y la alimentación. Esto se debe al fuerte impacto que tiene en el uso de la tierra, la contaminación del agua e incluso las emisiones de efecto invernadero. Este sector tiene un alto impacto ambiental y social en todas las fases: desde la producción, hasta la distribución, el uso y después del uso (recolección, clasificación, reciclaje y gestión final de residuos, que la mayoría de las veces está relacionada con la incineración y los vertederos)